Trastornos de la comunicación primarios y secundarios
¿Qué son los trastornos de la comunicación primarios y secundarios?
Los trastornos en el campo de la comunicación son muy diversos y de etiología multifactorial. Dentro de estos trastornos se señalan los primarios y secundarios. Los trastornos primarios se producen en el periodo de adquisición del lenguaje oral y no están relacionados con etiologías orgánicas, neurológicas u otra patología presente. Gran parte de estos trastornos suelen ser transitorios, no por ello se debe dejar de intervenir tempranamente. Los trastornos secundarios son los causados por patologías o condiciones permanentes, por ejemplo, un niño con síndrome de Down o con autismo presentará alteraciones en el lenguaje.
¿Cuáles son los trastornos del habla?
Desviaciones articulatorias Durante los primeros años de vida del niño se presentan desviaciones articulatorias caracterizadas por simplificaciones, omisiones, sustituciones. Estas pueden ser consideradas como normales ya que son producto de la aproximación que el niño hace del habla del adulto. Dentro de una evolución normal, estas dificultades se van superando y solo si se presentan más allá de los 4 y 5 años se pueden considerar como un trastorno. No obstante, se debe intervenir precozmente para evitar dicha alteración.
Dislalias: Se señalan entre este grupo:
- Funcional: Después de los 5 años de edad, la inadecuada articulación de los fonemas puede considerarse como dislalia, la cual es un trastorno articulatorio. Esta se debe a una función anómala de los órganos por una incapacidad funcional. El fonema se realiza siempre inadecuadamente y de la misma manera.
- Audiógena: Un elemento fundamental en la elaboración del lenguaje es la percepción auditiva. El niño que presenta un déficit auditivo tendrá especial dificultad para reconocer y reproducir el sonido.
- Orgánica: Aquellos trastornos que están motivados por alteraciones orgánicas. Tenemos en este grupo la disglosia y la disartria.
La disglosia ocurre cuando las alteraciones afectan a los órganos del habla por anomalías anatómicas o malformaciones de los mismos (labios leporinos, fisuras palatinas). Estas pueden estar localizadas en los labios, lengua, paladar, pero en cualquier caso impedirán la articulación correcta de algunos fonemas.
La disartria es un trastorno de la expresión verbal causado por una alteración en el control muscular de los mecanismos del habla. Comprende las disfunciones motoras de la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.
También dentro de los trastornos del habla se encuentra la disfemia o tartamudez: Es un trastorno en la fluidez del habla, caracterizado por repeticiones o bloqueos espasmódicos que afectan al ritmo del lenguaje y la melodía del discurso. La tartamudez se puede observar a partir de los 2 años y medio, pero es más frecuente que se desarrolle entre los 3 y 4 años. A esta edad, generalmente se produce un periodo de expansión lingüística muy notable, especialmente a nivel pragmático y morfosintáctico; sin embargo, la falta de madurez y de recursos lingüísticos puede ocasionar retraimiento, angustia y ansiedad a la hora de comunicarse.